Lo que más cuesta de entender del tratamiento de biodinámica es que lo que el terapeuta proyecta mediante hologramas le ocurra al paciente dentro de su cuerpo.
Todo se reduce a que “el observador modifica lo observado”.
Con el tratamiento de biodinámica se moviliza información a través de los líquidos, porque la información es la frecuencia de la energía. Cuando el terapeuta pone su atención, se dice que “está en escucha”, pone las manos en el paciente, conecta con el campo electromagnético, proyecta hologramas de la zona del cuerpo que está trabajando y percibe el movimiento de los líquidos.
Para ello, es necesario acallar la mente, centrar la atención y la concentración, conectar con esa otra dimensión o dejar que simplemente llegue, observando sin valorar, sin juzgar. Sólo así podremos conectar y percibir. (En el seminario se aprende ese estado de conciencia).
El terapeuta conecta con la memoria celular. Cada célula contiene un átomo y, entre un átomo y el siguiente, hay una enorme cantidad de vacío sin masa y con toda la información. La información está codificada como vibración, pulsación. Y alrededor del átomo están los electrones girando sin un lugar definido.
Los electrones se mueven libremente en el campo cuántico, que es una especie de dimensión paralela. Es en ese espacio lleno de vacío y de información dónde, al sentirse observados, dichos electrones se colapsan, se manifiestan y traen información.
En el vacío está todo, es lo que llaman el “mar de todas las posibilidades”.
La física cuántica reconoce el vacío, el espacio que sólo se compone de energía con posibilidad de ser cualquier estado/forma.
La materia (un cuerpo) es la estructura de la energía pura de la vibración en estado original.
Todo lo relacionado con la física cuántica todavía está en estudio, no es algo que se pueda razonar simplemente.
¿Cómo es posible modular la materia mediante la consciencia?
Varios experimentos de la física cuántica llevan a esa conclusión. Uno de ellos fue el del científico Thomas Young, que realizó el experimento de la doble ranura, con el que demostró que los electrones al ser observados cambian su naturaleza. Lanzó electrones a través de dos ranuras y se comportaron como ondas. Cuando quiso saber por qué ranura habían pasado y “observó”, los electrones se comportaron como partículas. (Sugiero ver este vídeo de youtube: https://you.be/9X0jN3sz3sl)
Muchos otros científicos que hablan de física cuántica, entre ellos:
En 1926, Werner Heisenberg proclamó el “Principio de la incertidumbre”. Éste supone la práctica imposibilidad de llevar a cabo mediciones perfectas, ya que el observador, con su sola presencia, perturba los valores de las demás partículas que se consideran e influye sobre la medición que está llevando a cabo.
Al querer conocer la posición exacta de un electrón, su velocidad queda muy indeterminada, no se puede ir más allá de calcular las potencialidades que nos ofrece la función de onda.
El físico inglés Paul Davies, (1940 -), cada vez que medía la dirección en que giraban los electrones, éstos giraban en la dirección que él había previsto. Según este experimento, la intención del observador influye en la dirección del electrón, que elige la dirección que el observador dispuso como referencia.
Erwin Schrödinger (físico, 1887-1961) determinó que, en el vacío, una entidad cuántica (frecuencia) está en superposición coherente de todos los estados posibles que su función de onda permite, hasta que un estado es determinado por un observador. Por tanto, mediante la mente/consciencia, los pensamientos y sentimientos influyen en la dirección de los electrones y éstos pueden conectar con la materia/energía que nos envuelve y contiene toda la información, y así podemos entrar en contacto con ella y materializarla.
El profesor Fritz Albert Popp, biofísico alemán más importante en el campo de la investigación de los biofotones, indicó que las células emiten cuantos de luz y que así se comunican entre ellas. La luz son campos eléctricos (ondas) y magnéticos (partículas). La luz es una onda y una partícula al mismo tiempo. Los campos cuánticos pueden estar en múltiples configuraciones a la vez y superpuestos en una cierta mezcla, y nos permiten despertar partículas del vacío.
Max Planck (1858-1947), físico, decía: “No hay materia, sino sólo un tejido de energías al que el espíritu inteligente ha dado forma”.
Hans Driesch (1867-1941), biólogo y filósofo, decía que “El más allá es la verdadera realidad de aquí”.
Thomas Görnitz (1943-), físico, dice que “La materia está hecha del mismo tejido que nuestros pensamientos”.
Jiddu Krishnamurti (1895-1986), escritor, filósofo y maestro espiritual hace referencia en su libro, “Más allá del tiempo”.
David Bohm (1917-1992), científico, experto en física teórica/neuropsicología habla en su libro “Los límites del pensamiento”.